Metaverso logístico

Metaverso logístico

Este relato es fruto de mi imaginación y cualquier parecido con la realidad no es más que pura coincidencia.

Estaba yo en el puerto, con mi outfit futurista, esperando la llegada de un contenedor que traía el barco que justo en ese momento entraba por la bocana (es el metaverso, puedo saber dónde está cualquier barco en todo momento y puedo estar ahí para verlo).

mujer gafas 3d oficina

El barco pertenecía a una nueva compañía llamada Mar Azul, y el puerto era el de Barcelona, ¿o quizás el de Algeciras? También podía pertenecer a otra compañía y encontrarse en el puerto de Valencia, o Bilbao.

Este barco atracaría en la terminal Norte, la cual gestiona una empresa llamada Estiba Azul y que forma parte del mismo grupo empresarial que la naviera: el Grupo Azul. ¿Vamos acumulando casualidades?

Los contenedores se estarían descargando durante muchos días, 3 ó 4, porque se trataba de un mega buque (los días en mi metaverso pasan mucho más rápido y yo estoy ahí para verlo todo).

El calado del puerto se había ampliado para que estos barcos no tuvieran dificultades a la entrada y las grúas de la terminal eran las más grandes del mercado para poder operarlos adecuadamente (con el consiguiente aumento de los costes en THC y tasas portuarias para los cargadores, claro).

Había leído en la prensa que otros puertos no fueron capaces de hacer esas inversiones y se quedaron sin poder recibir mega buques. Eso hizo que sólo pudieran albergar barcos de pequeño tamaño.

Pude comprobar que una parte de la carga iba destinada al hinterland, porque la descargaron junto a las vías del tren. Algunos de los contenedores tenían como destino final la ciudad de Madrid; otros iban a Bilbao y algunos a Valencia (sí, es cierto que me acabo de inventar los destinos porque no tenía forma de saberlos).

Entraba en la terminal un tren novísimo, de 750 m de longitud, gestionado por Tren Azul, compañía que, casualmente, pertenecía al Grupo Azul (¡claro!), para transportar esas mercancías a su destino.

Por su parte, la carga que se quedaba cerca del puerto era transportada en camiones contratados por Mar Azul.

Por lo que respecta a los grupajes, los contenedores eran desconsolidados en unos almacenes situados muy de cerca del puerto, de cuya gestión se encargaba Almacén Azul, compañía del Grupo Azul.

Una vez descargados los contenedores, ellos mismos tramitaban el despacho de aduanas. ¡También funcionan como agentes de aduanas! Se llaman Blue Customs. Pertenecen al Grupo Azul.

Ya he comentado antes que uno de los contenedores que venía en el barco era para mí, ¿verdad? Estupendo.

A través de mi smartwatch me identifiqué como Consignee y solicité el entréguese/admítase correspondientes al contenedor. Para mi asombro, resultó que no podía ir a buscarlo por mis medios al puerto y tampoco de forma rápida (con el fin de ahorrarme demoras y ocupaciones, que también cuentan con precios prohibitivos en el metaverso).

mujer gafas 3d dentro burbuja

Tenía que esperar a que la propia compañía naviera, con toda su lentitud y falta de eficacia, contratara a un transportista para poder traerlo a mi almacén, y debía solicitarlo con un mínimo de 48 horas de antelación. De hecho, la naviera iba a contratar a la misma compañía de transporte que yo, por lo que no atisbo a ver el valor que me aporta.

Pero después resultó que tampoco me lo hicieron llegar el día que les había solicitado.

Y tuve que pagar al contado la factura de los gastos de llegada y, además, antes de recibir la mercancía, incluyendo los gastos de demoras y ocupaciones que ellos mismos habían generado.

Y yo me preguntaba:

¿Y si están construyendo barcos más grandes, comprando trenes, camiones, almacenes, y agentes de aduanas para así reducir las escalas en España y poder gestionarlo todo a su entera conveniencia? No. No puede ser.

Entonces, ¿quién se encargaría de gestionar mi cadena de suministro? ¿Mi transportista principal o yo mismo?

En este momento estoy pagando un transporte que no puedo controlar y que genera unos costes que tampoco soy capaz de controlar. La cosa no puede seguir así.

Només jo puc tenir el control de la meva cadena de subministrament perquè el caos no regni en la meva empresa, la meva producció es realitzi amb una correcta organització i els costos sense control no es disparin.

Para que todo funcione, tengo que poder escoger a mis proveedores de servicios.

Sólo yo puedo tener el control de mi cadena de suministro para que el caos no reine en mi empresa, mi producción se realice con una correcta organización y los costes sin control no se disparen.

Y yo, mirando al cielo, me preguntaba: ¿no será hacia allí donde nos quieren llevar con los mega buques? ¡Vaya! ¡Seguro que no!

En ese mismo instante pasó un avión de la compañía Cielo Azul, que también pertenecía al Grupo Azul.

Hay que ver la imaginación que tenemos los logísticos. A veces el metaverso nos parece el futuro, y otras veces se parece mucho a nuestra realidad.

Hay que empezar a pensar cómo podemos parar esto.

¿Hay en la sala algún miembro de la Comisión Europea capaz de echarme un cable?

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